Matriz vs Matrix. Los números son la pastilla roja de la política

Matriz vs Matrix. Los números son la pastilla roja de la política

23 de abril de 2023

«Si tomas la pastilla azul la historia termina. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creer. Si tomas la pastilla roja estarás en el País de las Maravillas y te enseñaré cómo de profunda es la madriguera del conejo. Recuerda que todo lo que te estoy ofreciendo es la verdad. Nada más»
(Morfeo a Neo en Matrix)

A veces la política pareciera vivir en una Matrix. Los microclimas que se producen en los despachos del palacio de gobierno y en las campañas electorales, transcriptos en las editoriales de los diarios del domingo, son la pastilla azul que crean una realidad falsa del mundo. Nuestro trabajo como consultores es proveerlos de la pastilla roja que les muestra la realidad más cruda.

La investigación de la opinión pública en todas sus modalidades y aplicaciones, y los análisis de datos representados en diferentes modelos matemáticos conforman la fórmula base de la pastilla roja.

LA GENTE NO VOTA LO QUE NO CONOCE

«La gente no vota lo que no conoce» escribí en mis redes sociales el pasado sábado 15 de abril previo las elecciones provinciales rionegrinas, adjuntando el siguiente gráfico que mostraba el nivel de conocimiento y el diferencial de imagen de los candidatos a gobernador.

Por razones obvias (veda electoral) el gráfico publicado en las redes no mostraba los nombres de los candidatos, pero pinté los puntos con los colores de las diferentes marcas políticas para que el observador más informado pueda identificarlos. El tamaño de esos puntos además representaba proporcionalmente la intención de voto del candidato: a mayor tamaño del punto mayor intención de voto.

El escrutinio de los votos determinó el triunfo de Alberto Weretilneck con el 42,38% de los votos. Seguido por Aníbal Tortoriello (23,84%) y Silvia Horne (10,63%).

Confirmando lo mostrado en mi gráfico ganó el candidato más conocido (95%), con mayor diferencial de imagen (+20%) y con el punto más grande de toda la matriz.

La mayoría de los candidatos estaban creídos que harían mejor elección de la que hicieron debido a que eligieron tomar la pastilla azul en lugar de la roja.

En este caso de estudio la elección estaba definida desde antes de su inicio. La gente toma su decisión de voto cuando encuentra un candidato que lo represente. Por eso es fundamental que los candidatos sean conocidos. El abrumador conocimiento previo de Weretilneck facilitó al elector su decisión, tanto a favor como en contra.

Si al alto conocimiento se le suma además una mayor imagen positiva que negativa ¡bingo! cartón lleno Pero como la gran mayoría de los candidatos a gobernador de Río Negro eran desconocidos por el grueso del electorado no pudieron capitalizar el descontento con el candidato del gobierno, conformando una de las causales del alto nivel de ausentismo y voto no positivo (en blanco o nulo) que alcanzó el 41% sobre el total del padrón habilitado.

La enseñanza que debiera dejarles esta elección a esos candidatos es que, en política más importante que ser buena personas y tener buenas ideas, es que los conozcan. «La gente no vota lo que no conoce«.

GANA EL MEJOR, PERO TAMBIÉN PUEDE GANAR EL MENOS PEOR

Retomando el análisis sobre el gráfico anterior, vemos que en la elección a gobernador de Río Negro la gente no solo votó al mas conocido sino al que consideró mejor candidato (cuadrante superior derecho de la matriz).

Huelga acá definir que significa «mejor» en términos electorales: No es el más inteligente, ni el más bondadoso, ni el mas formado, ni el que mejor sepa hablar o proponga las ideas mas racionales. No. Incluye algo de eso, sin dudas, pero tiene más de conexión empática con el elector. El «efecto halo» del que hablé en la nota del 10 de abril (clic aquí para ver) cuando además de adelantar el triunfo de Alberto Weretilneck expliqué la razón del mismo.

Ahora, analizando el escenario actual de la próxima elección nacional vemos que la motivación de voto mayoritaria no es hacia el mejor, como en el caso rionegrino, sino hacia el menos peor. Ninguno de los candidatos con mayores chances de ser electos presidentes gozan del afecto mayoritario de los votantes. El cuadrante superior derecho de la matriz está vacío.

Que todos los candidatos se sitúen hoy sobre el cuadrante negativo de imagen muestra que aún no hay mejores. Todos son peores para los electores. Mas peores y menos peores, pero todos peores. Sin embargo los vemos actuar como si eso no fuera así. Cómo si verdaderamente creyeran que son unos genios que están haciendo todo bien y en concordancia con lo que de ellos esperan los ciudadanos. Otra vez la pastilla azul

El alto nivel de conocimiento de la mayoría de esos candidatos condiciona además sus posibilidades de mejorar sus imágenes.

Solo Manes, Milei y en menos medida Rodríguez Larreta podrían romper el límite negativo y pasar a ubicarse sobre el eje horizontal de la matriz. Y de hecho, quien lo logre se asegura el triunfo.

Bullrich y Vidal la tienen muy complicada. Si dependiera solo de ellas no tendrían chances competitivas, pero como aún estamos en tiempos de «rosca», si lograran hacer fórmula con alguno de los antes mencionados podrían mejorar sustancialmente sus posibilidades.

Por su parte Massa y Cristina Fernández de Kirchner ya se encuentran en una zona donde la ciencia política y la técnica electoral nada puede hacer. Necesitarían de un milagro que los vuelvan competitivos.

Así las cosas como están hoy vamos camino a una elección donde primará la motivación negativa del voto: «en contra de», «para que no gane tal o cual», «por el menos malo»… etc., condicionando fuertemente los primeros meses del gobierno de quien resulte ganador, ya que comenzará con una baja legitimidad y una alta insatisfacción, al estilo de Castillo en Perú o Boric en Chile.

Ojalá en los próximos meses esto cambie. Pero para ello los candidatos deberán tener que probar la pastilla roja que los saque de la Matrix.

 

Pablo Gustavo Díaz
Consultor en marketing político