¿Por qué hay gente que no cree en las encuestas?
“En las encuestas siempre gana el que las paga” le respondió la candidata a gobernadora de la provincia de Río Negro Lorena Matzen al periodista viedmense Raúl Álvarez, cuando éste le preguntó sobre el estudio efectuado por mi consultora unos días antes de la elección del año 2019. En esa ocasión en PGD Consultores medíamos en 8% la intención de voto de la candidata radical (obtuvo 6% en el escrutinio final), y la ubicábamos tercera en un ranking encabezado por JSRN con el 51% de intención de voto (obtuvo 52% en el escrutinio final) seguido por el peronista Martín Soria con el 33% de intención de voto (obtuvo 35% en el escrutinio final).
«Nuestras encuestas son propias, no de consultoras pagadas”, responde el candidato a intendente de Pilar por La Libertad Avanza, Martin Maganas en charla con el periodista Fernando Mauri en su podcast Construcción Plural, afirmando que, según esas encuestas propias, “6 de cada 10 bonaerenses votan a Javier Milei que ganará la elección presidencial en primera vuelta” o, por las dudas que no se de ese pronóstico, “con 65% en el balotage”.
En ninguno de los estudios realizado por PGD Consultores durante el mes de mayo pasado en el interior de la provincia de Buenos Aires, Javier Milei alcanzó ese nivel de intención de voto que menciona Maganas, muy lejos de ello apenas supera el 14%.
Obviamente no significa que este sea el resultado que finalmente logre Milei en Buenos Aires, dado que el estudio no representa a toda la provincia sino al interior de la misma. No estudiamos la zona del AMBA ni La Plata donde es posible que su intención de voto sea superior y pueda elevar significativamente nuestro resultado. Pero aún así estamos muy lejos del porcentaje mencionado por el candidato a intendente de Pilar cuya forma de calcularlo no explica, haciéndonos muy difícil el análisis.
Existen varias razones por las cuales los políticos y militantes se muestran escépticos o desconfían de las encuestas cuando muestran perdedores a sus candidatos o partidos.
Una de ellas es el sesgo de optimismo, trampa mental que los lleva a tener una visión más positiva de su propia popularidad y posibilidades electorales. “El ojo del amo engorda el ganado” dice el refrán.
Y hablando de atajos mentales, el más común de todos es el sesgo de confirmación por el cual una gran mayoría de las personas tendemos a rechazar toda aquella información que contradiga nuestras creencias previas.
Otro motivo puede deberse a una estrategias de campaña. Los candidatos suelen desacreditar las encuestas que los colocan como perdedores para mantener el ánimo y la motivación de sus seguidores y evitar que se desalienten o dejen de apoyarlos.
También podemos mencionar la ignorancia científica. Mucha gente sin conocimiento de estadística descree que se pueda arribar a un pronóstico global partiendo del análisis de una mínima cantidad de casos, aunque los mismos se ajusten fielmente al método de muestreo probabilístico estratificado por cuotas representativas del universo de estudio, que nos enseñó Gallup hace casi cien años y que la tecnología nos ha permitido ir mejorando desde entonces.
Y obviamente, no podemos obviar en este análisis de los escepticismos y desconfianzas las resonantes pifiadas producidas en muchos estudios, debido a errores de muestreo o simplemente a los cambios en la opinión pública.
Hay que tener en cuenta que las encuestas muestran una fotografía instantánea en el tiempo y el clima de opinión puede cambiar producto de los acontecimientos que lo afecten, produciéndose verdaderos “cisnes negros”.
Por este motivo los análisis de las encuestas no deberían hacerse en base a un solo estudio (foto) sino a una secuencia de ellos (película) que más allá de los números puntuales que surjan de cada uno mostrará una línea de tendencia, reflejando mucho más fielmente la realidad y permitiéndole al investigador o divulgador de la misma una interpretación más fidedigna gracias al análisis de variaciones, por ejemplo.
El PGD Consultores no tenemos por costumbre “vender” los resultados de nuestras encuestas al mejor postor como pueden inferir algunos políticos que se hayan visto perjudicados por ellos. Por el contrario, muchas veces hemos dado resultados negativos a nuestros clientes, que luego resultaron equivocados y terminaron siendo ganadores. Y también hemos mostrado resultados perdedores a quienes nos contrataron, que finalmente se ratificaron en las urnas avalando nuestro trabajo.
En la página principal del nuestro sitio web de mostramos orgullosos los resultados estadísticos de nuestro trabajo que hoy en día reflejan 24 campañas electorales: 237 estudios con 83% de efectividad. Eso significa que hemos errado los pronósticos un 17% de las veces.
Nadie está exento del error porque en análisis de comportamiento social la exactitud no existe. La gente no son robots programables, tienen sentimientos y opiniones volubles. Por eso en cada uno de nuestros trabajos además del pronostico publicamos el margen de “error muestral” que generalmente varía entre 2% y 4%, que nos permitimos como máximo.
Hoy en día en PGD Consultores, además de encuestas por muestreo probabilístico ajustado por cuotas y estratos, hacemos entrevistas a grupos focales y BigData basado en análisis de redes sociales. Pero de todos los sistemas de estudio de la opinión pública, las encuestas siguen siendo aún el mejor sistema para aproximarnos al conocimiento de la realidad de cada momento.
Pablo Gustavo Díaz
Consultor en marketing político